Vigilancia. Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís (GTANW) a través de su equipo técnico de Dirección de Territorios, Ambiente y Naturaleza viene implementando las medidas estratégicas para controlar su territorio frente a diversas amenazas, internas y externas. Existen sombras en las acciones de la Autoridad Regional Ambiental (ARA – Amazonas) en la administración de medidas legales para buen aprovechamiento de las bondades forestales y asimismo existen supuestas complicidades de parte de los jefes titulares comunitarios.
Redacción: Evaristo Pujupat Shirap
GTANW Comunicaciones, 9 de marzo.- El equipo de Monitoreo Territorial Ambiental a cargo del coordinador Gerónimo Petsain Yacum, desde el 7 al 9 de marzo 2022 realizó la capacitación a 5 jóvenes Wampís en el manejo de equipos de GPS, siguiendo la política institucional del GTANW en la formación técnica para el dominio y puesta en marcha del nuevo sistema de administración, control y vigilancia sostenida de los territorios.

Gerónimo Petsain en una entrevista oficial, nos explicó al detalle todos los objetivos y fines diseñados específicamente para esta iniciativa: “Este trabajo y formación, es parte de la política general del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís; este proceso tiene como objetivo mantener la administración y buen control socio territorial y garantizar en buen estado de conservación de nuestros territorios frente a diferentes amenazas territoriales, como la minería, madereras, petroleras y entre otras actividades”, señaló el técnico capacitador.

Debido a nuevos tipos de operadores y agentes destructores de la naturaleza, que cada día causan mayor alarma. Coloca a nuestros territorios en situación de riesgo permanente, el GTANW implementa estrategias de control y vigilancia con talentos propios capacitados técnicamente para el manejo de equipos e instrumentos técnicos.
Desde años anteriores, a través de esta estrategia, se viene combatiendo y contrarrestando todo tipo de trabajo de la minería y madereras ilegales.
Sin embargo, explicó que en nuestro territorio cada día se incrementan dichas actividades por parte de los propios pobladores Wampís, señalando que muchas autoridades comunitarias están asumiendo la conducta autodestructiva. Continúan negociando con comerciantes inescrupulosos e intermediarios, rompiendo el compromiso por la continuidad de la conservación de la naturaleza a perpetuidad.

“Hay que enseñarles a nuestros hermanos ‘traviesos’, (como decía, el sabio Mikut), a valorar y cuidar de los territorios, el bosque o maderas, para que hagan un buen uso. Se debe tomar en cuenta que a la gente foránea no le interesa si está bien o mal, pero las consecuencias en un futuro cercano por dichas acciones son graves; afectará directamente a las generaciones venideras. Mientras que los comerciantes regresan con dinero nosotros quedamos con los impactos”, acotó el líder geoferenciador, Petsain.
Sombras en las acciones de ARA – Amazonas, y supuesta complicidad de los presidentes de las comunidades tituladas
La autoridad del Ambiente del GTANW cuestiona la labor del ARA-Amazonas, pues su acción es ineficiente e ineficaz. Si bien se promueve la gestión de la declaración de manejo forestal (DEMA) para ordenar el aprovechamiento del bosque. Existen dudas razonables sobre el control de numerosos botes que llevan madera en los ríos del territorio Wampís. No hay transparencia en la información sobre los ingresos de los propietarios. Otras fuentes que no desean revelar su identidad, señalan responsabilidad cómplice en los presidentes de las comunidades tituladas: Candungos, Aintam, Soledad y Papayacu. Estas autoridades aprovechan la debilidad del ARA-Amazonas y gestionan documentos para formalizar la actividad maderera pero exceden su extracción. Siendo contradictorio con las políticas de conservación de bosque que suscribieron en el pasado.
Para referencia, el 18 de julio de 2021, las autoridades locales del distrito de Río Santiago, se comprometieron a la protección del bosque, pero están incumpliendo los acuerdos en la actualidad. Esta situación se extiende de forma alarmante en la cuenca de Kanus (río Santiago) y Kankaim (río Morona).
